Augusto de la Torre, analista económico, indicó que la política de los combustibles en Ecuador ha enfrentado grandes tensiones, por eso califica de positivo lo hecho por el actual Gobierno y los acuerdos con sectores para focalizar el subsidio a los combustibles.
Insiste en que no se debe temer a los subsidios. “Tienen un impacto importante, se podría, por ejemplo, subsidiar la energía limpia por los beneficios que esta representa”, dice. Añadió que no se puede subsidiar los precios y el beneficio debe llegar a las personas que lo necesitan de manera directa. En el actual modelo de subsidios de los combustibles, para que un dólar llegue a los más pobres se entregan cinco dólares a los más ricos, por eso dijo que es ineficiente y se gasta en quienes no necesitan.
Alerta que el monopolio de la refinación y distribución de combustibles es un problema al momento de subsidiar, exhorta a que se abran los mercados.
El crecimiento económico complica el crecimiento fiscal del país, así como los problemas de inseguridad, razón por la cual justifica el nuevo acuerdo con el FMI. “Se da un alivio, pero hay desafíos enormes como la seguridad social”, alertó.
Advierte que no hay una agenda para el crecimiento del país, sino una de coyuntura, como tratar de resolver los problemas energéticos.
Hay desafíos en el ámbito fiscal como reactivar la economía. “Estamos mal, desde el año 2016 crecemos menos que el resto de países de la región”, comenta.
El país puede reinventarse y ser atractivo, señala De la Torre, pero le preocupa que por los tiempos electorales no se tomen las medidas adecuadas. Añade que el presidente Noboa busca la reelección y por eso optará por medidas tibias que no resuelvan los problemas, mientras faltan recursos para hacer política pública por motivos eleccionarios.