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Rigoberto Guerrero, administrador del Departamento de Investigación y Monitoreo de ETAPA EP, alerta que los ríos de Cuenca tienen caudales bajos y generan lo mínimo para el tratamiento de potabilización de agua. 

En los próximos días no descarta racionamientos del líquido vital, pues es mayor la demanda que la captación del recurso hídrico. 

Del 8 al 9 de setiembre se tendría niveles más críticos, esto por la época de sequía que enfrenta la ciudad. De no existir lluvias en los próximos días se tomarán medidas. 

Advierte periodos prolongados de sequía acompañados de periodos cortos de lluvias, razón por la que invita a reflexionar sobre la importancia del ahorro del agua. Por el momento la empresa extiende la disponibilidad mediante controles, pero los caudales siguen bajando. 

Los proyectos mineros pueden afectar la calidad del agua y Cuenca podría llegar a convertirse en un lugar donde no se puede habitar. “Hay incompatibilidad entre minería y fuentes de agua”, insiste Guerrero. Comentó sobre los estudios que confirman los impactos que tendría la actividad en el páramo. 

Insiste en que el agua de Cuenca es importante para el desarrollo de la ciudad y es vital protegerla de estas amenazas.