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“El sector educativo es uno de los más golpeados por los apagones”, advierte Rubén Lema, presidente la UNE del Azuay. Considera que la energía eléctrica es fundamental para el trabajo dentro y fuera de las aulas. 

Expresó que hay situaciones complejas como la pérdida de contacto entre estudiante y docente, esto complica el aprendizaje y es producto de la falta de energía.  

El país enfrenta además una crisis de seguridad y Lema acusa al Gobierno por su falta de acción, de capacidad, de generación de fuentes de empleo; cuestiona que ante casos de sicariato en escuelas y colegios no hay protocolos de seguridad o información para una respuesta oportuna.