El economista Diego Malo, presidente de la Cámara de Industrias de Cuenca, afirmó que cerca del 95% de las empresas asociadas a la Cámara han iniciado paulatinamente el regreso a sus actividades.
Las empresas que se reactiven, de acuerdo al Protocolo aprobado, deben empezar a realizar test rápidos para una detección tempranera de la COVID19 y pruebas PCR de confirmación. “Primero se solicita las pruebas al personal vulnerable, luego el diagnóstico de quienes tuvieron contacto con personas contagiadas y tercero, las empresas deben garantizar todos los materiales de protección personal y bioseguridad para sus trabajadores” explicó.
Comentó que desde el fideicomiso “Por Cuenca” se plantea la masificación de pruebas para la COVID19, por lo que pidió el apoyo a la ciudadanía cuyas contribuciones aportarán a cumplir con este objetivo.
Indicó que desde el sector Industrial apenas se detecte un caso positivo de COVID19, se procederá a realizar un cerco epidemiológico en torno al infectado hasta la realización de pruebas al personal con quien tuvo contacto.
Sobre la aplicación de la figura de “caso fortuito” para el despido de empleados y trabajadores indicó que “hay casos y casos”, que no se debe generalizar, que lo que busca el sector es conservar el empleo. “Al parecer no nos damos cuenta de la dimensión histórica que vivimos, ahora veremos cuán solidarios somos” señaló refiriéndose a la necesidad de llegar a acuerdos entre empleadores y empleados.
Malo informó que el 10% del empleo formal se ha perdido en Cuenca, unas siete mil personas han sido desvinculadas. “Son cifras preocupantes” afirmó al señalar que debemos adaptarnos a la nueva “normalidad”. Para el Presidente de la Cámara de Industrias de Cuenca se debe sincerar la situación en torno a la emergencia en el cantón. “Aunque el COE ha determinado que Cuenca continúe con el semáforo en rojo, la ciudad ya está en amarillo, debemos generar las condiciones para tener una actividad segura, esperamos el nuevo pronunciamiento del COE esta semana” comentó.
Criticó la posición de sectores que protestan contra las medidas económicas del Gobierno. “No puede ser posible que mientras existen personas que quieren abrir sus negocios tras dos meses de para, un grupo cierre las calles” expresó.
Finalmente dijo que al sector productivo le tomará al menos un año y medio, quizás más, alcanzar los niveles en los que se encontraba antes de la pandemia.