Analizamos la crisis carcelaria que afronta el Ecuador con el coronel Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia. "Preocupa lo que pasa, la delincuencia organizada amenaza, las autoridades no pueden controlar la situación, empezamos a ver cada cierto tiempo episodios de violencia y muerte” cuestiona.
Para Pazmiño hay “ineficiencia” en las personas que manejan los centros carcelarios. Advierte que los reos son quienes los administran, “los guardias y los administradores son solo figuras, estas situaciones se seguirán presentando porque nadie controla”.
Asevera que carteles mexicanos están presentes en el país, para Pazmiño el "cartel de Jalisco Nueva Generación está aliado con Los Choneros y Los lagartos”.
Según el experto, tenemos cada vez más mafias extranjeras que operan en Ecuador, “hay protomafias que quieren controlar las cárceles. Los brasileños son los más peligrosos de América Latina, son violentos y están en áreas como Ecuador que están dolarizadas”. Se han desplazado desde Brasil a Venezuela, “necesitamos tener el control en esta frontera y una reingeniería del sistema" sugiere.
Explicó cómo funcionan estas organizaciones, “primero se posesionan, manejan la droga, luego van a zonas donde pueden exportar, compran autoridades políticas para hacer negocios”. Añadió que los organismos de vigilancia serán controlados.
Propone que la justicia administre los centros carcelarios y reemplace a los guías penitenciarios. “Prima la corrupción, priman las megabandas, necesitamos una reingeniería, necesitamos capacitación, ahora no tenemos poder de decisión" analizó. Insiste en que "no estamos administrando adecuadamente, no hay protocolos de seguridad; es lamentable", criticó Pazmiño.
De igual manera cuestionó que los derechos de los policías que ingresaron a los CRS a combatir el problema hayan sido violentados. Responsabiliza a jueces y fiscales de la precaria situación de estos centros.
Llamó a controlar la situación "bloqueando accesos desde los centros carcelarios hacia afuera”. Convoca a corregir errores e implementar una mayor vigilancia.