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El abogado Ramiro García, subdecano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central, brindó una lectura sobre el juicio político y la posterior censura a Pablo Celi, exsubcontralor del Estado. "La intención final no era censurar a Celi, era un pretexto para logar que se establezca la arrogación de funciones y la ilegalidad de lo actuado por él”, manifestó.
Lo único claro, para García, es que “por fin se puede llevar a cabo un concurso para elegir al nuevo contralor. 

“Ya había denuncias contra Celi”, manifiesta y advierte que esta decisión no es vinculante para las acciones de la Fiscalía que podría considerar que no hay indicios tras la censura. 
Considera que el juicio recibió una cobertura excesiva, “el contralor estaba fuera de combate”, manifestó. “No fue un juicio brillante, hubo una lectura deficiente", señala y sugiere que la Contraloría ha sido un organismo controlado por la política. "Pensamos que es un problema de nombres, pero son estructurales, una bodega de favores políticos, si seguimos con ese nivel, nada va a cambiar", expresó.

En el caso las Torres no incide el juicio político, advierte. Sin embargo, al ser consultado sobre las glosas desvanecidas, insiste en que la “Fiscalía debe procesar las cosas, no tienen conexión con el juicio político de ayer", comenta. 

Para el abogado, “Villavicencio es el único que ha mostrado fiscalización, su renuncia a la Comisión de Fiscalización es un tiro en la sien, sería una estupidez". No obstante, señala que,” a pesar de que se lo saque seguirá denunciando”. 
Finamente llamó a mejorar la institucionalidad del país, "necesitamos normas claras y que se cumplan", sentenció.