William Sacher, experto en minería, opinó sobre los resultados de la cumbre del clima COP26. “No habría razones para esperar más que las anteriores, más de 25 años vamos con una sucesión de reuniones, acuerdos, pero al mismo tiempo de emisiones de efecto invernadero, estamos en la misma senda, seguimos con las mismas tasas de emisión de dióxido de carbono", señaló y añadió que “estas reuniones solo tratan de acordar con transnacionales de varios sectores”.
Si bien se promete una transición ecológica, opina que la COP26 no reducirá la destrucción de ecosistemas, "habrá decisiones que se pueden entender como pasos hacia adelante, pero no hay mucho que esperar", insiste.
Considera que un país como Ecuador debería entablar políticas ambientales desvinculadas en gran medida de los objetivos de las COP, "si Ecuador reduce o no (las emisiones) no hay consecuencias en términos de cambio climático” alegó. Para Sacher, la mercantilización trata de apoderarse de la riqueza ambiental del país.
Manifestó que la explotación de minerales, la minería a gran escala está llamada a jugar un papel importante en la transición de una economía basada en la combustión del petróleo a una economía sustentada en otras fuentes de energía. "Se anuncia una ofensiva sobre los territorios históricamente explotados", manifestó. Observa que, en torno a la magnitud de proyectos mineros sobre todo para la extracción de cobre, en Ecuador, no se discute sobre sus efectos, la calidad del agua, producción alimenticia, problemas sociales, “todos son nefastos, no se habla de las grandes minas industriales que componen nuestros artefactos tecnológicos" indicó.
Añadió que tampoco se habla de los grandes impactos de la mediana minería.
Cuestionó que estemos encaminados a la economía primaria exportadora, “repetimos los mismos errores, vamos a implementar decenas de proyectos mineros concentrados en las cuencas hidrográficas altas con consecuencias aguas abajo y sobre la calidad del agua. Sostiene que Ecuador es un país sísmico, lluvioso y no apto para estas actividades, no tenemos la capacidad de controlar estas actividades altamente contaminantes”, asevera.
"La minería de oro ha demostrado que conduce a grandes problemas: ambientales, sociales, económicos”, comentó. Sumó que no hay instituciones que controlen estas actividades, le preocupa que, en las altas cordillera, en páramos como el de Kimsacocha se instalen concesiones mineras.
A la población de Cuenca advierte: "deben preocuparse desde ya, se instalan en las partes altas, se instala una espada de Damocles para las generaciones futuras", sentenció.
Advierte que se está facilitando lo necesario para la inversión minera, "el Gobierno quiere destrabar los procesos para abrir la puerta a una nueva ola de concesiones, hablamos de una riqueza que nunca terminará en manos de los ecuatorianos", indicó.
En su intervención final dijo que la organización y movilización social quedó demostrada, conlleva a una relación de fuerza que ha permitido ponerle freno a la actividad minera.
Convocó a que se exija un debate nacional, "vamos a una destrucción a gran escala con graves consecuencias para las generaciones futuras, hablamos de zonas de muerte, problemas en salud pública…", sentenció.