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Arq. Pablo Burbano

Vicealcalde de Cuenca

Concejo Cantonal afina detalles para el segundo y definitivo debate de la ordenanza que regula el uso y control del suelo de Cuenca. Profundizamos el tema con el vicealcalde Pablo Burbano quien aseveró que el debate ha recogido “visiones valiosas” y que “nadie es dueño de la verdad”. Para el edil, el PDOT reforzará temas como los resultados de la consulta popular.

Califica de penoso que el Gobierno insista en los proyectos mineros ubicados en el cantón Cuenca pese al pronunciamiento mayoritario de su población que rechaza las actividades extractivas en las zonas de recarga hídrica. Para Burbano la consulta popular no es la lucha personal de un solo concejal sino de la colectividad.

“Tengan cuidado”, advirtió Burbano al anotar que hay personas “inconsecuentes que creen que el cantón es un recurso minero y que Cuenca existe para ubicar a los delincuentes más peligrosos, pero no para otros temas de trascendencia para su desarrollo”. 

Sobre el proyecto hidroeléctrico Soldados-Yanuncay recordó haber sido veedor de los procesos de factibilidad y prefactibilidad y aseveró la existencia de un “activismo perverso”, de “intereses de grupos que han querido hacer una plataforma de lucha, pero han sembrado desinformación; hay infiltrados que quieren pescar a río revuelto”, denunció. 

Aseveró que el proyecto es multipropósito y garantiza el agua para consumo, riego y generación de energía eléctrica. “Ha sido uno de los más socializados, más que el tranvía, es un potencial para la zona; genera impactos, pero los beneficios superan por mucho a los costos”, expresó Burbano. 
Al ser consultado por la resolución del Concejo Cantonal que autoriza la instalación de una bodega industrial de producción de plásticos en una zona residencial de la parroquia Ricaurte y los efectos en la habitabilidad de 300 familias que se verían afectadas, explicó que esta autorización se dio, “sabiendo que esta bodega genera menor impacto que la actividad principal del sector que es la vivienda”. 
Este tema llevó a ampliar el debate sobre el uso del suelo y la determinación de suelo industrial que deberá definirse en la ordenanza para la planificación del cantón.