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Simón Valdivieso, exjuez de lo Penal de Cuenca, catedrático universitario, se refirió a las amenazas a los operadores de justicia y sus efectos en la administración de justicia del Ecuador.  

Valdivieso define al Estado actual como “violento”. “La violencia está no solo en las calles, la vemos intramuros en las cárceles, lo que sucede en el interior de los centros penitenciarios se refleja afuera”, manifiesta. 

Considera que son temas que el país viene arrastrando y que, en los últimos tiempos ha tomado fuerza. “Se fomenta la cultura del miedo, de la sospecha; esto es peligroso para una cultura de paz”, dice. 

Espera que en Ecuador no se repita lo de otros países y se tenga jueces sin rostro. “Nos pone en alerta, hay que ver qué pasa dentro del sistema de justicia”, indica.

Para el jurista, los estados de excepción no resuelven la violencia. “Me preocupa la primera pregunta de la consulta popular del Gobierno en torno a la acción de las fuerzas armadas, les sacan de su rol”, advierte.  

Lamenta que en Cuenca se vivan “otros tiempos”. “Aquí hay una delincuencia convencional grande, a la que se suma la de Turi. Ellos ponen los pelos de punta, no hay políticas públicas, los ojos de águila no espantan ni al mosco, no hay efecto disuasivo”, cuestionó. 
Según el analista, sobran leyes, lo que hace falta son mecanismos de disuasión del delito. “En Cuenca se tiene de adorno los scanner. Todo debemos pedir a Quito, hasta las hojas”, denunció.  
Considera que el presidente debe buscar colaboradores expertos. El censo penitenciario es un saludo a la bandera, no soluciona nada”, dijo.